En el mundo de la hostelería de alto nivel, los precios son algo relativo. Mientras que en el clásico bar del pueblo todo el mundo se puede quedar muy satisfecho con un menú de 10 € que incluya entrante, primer y segundo plato, postre, vino y café, otros menús pueden aumentar la cifra hasta los 1.500 €. Este es el caso del Sublimotion, un restaurante que sirve una oferta gastronómica muy fuera de lo común, ubicado en el Hard Rock Hotel Ibiza. Por supuesto, cuenta con 10 Estrellas Michelín en su equipo y la experiencia no está enfocada a que los comensales repitan varias veces a lo largo del año.
De cualquier forma, cada uno decide donde quiere ir a matar su apetito de forma acorde a su nivel económico, pero lo que muchos desconocen es que, estos locales de lujo, a veces son la diana perfecta para ladrones profesionales que saben exactamente qué robar y dónde. Este fue el caso de la bodega Atrio, cuyo propietario declaró que uno de los artículos robados, un Château d’Yquem de más de 200 años de antigüedad, fue el artículo más doloroso entre las 45 botellas que se llevó una pareja de habla inglesa.
Por suerte, las botellas de vino en una bodega suelen estar aseguradas, y así lo confirmó el dueño del restaurante, pero también dijo no haber calculado el valor total de aquel golpe, ya que los precios de las botellas variaban desde los 1.000 € hasta los 300.000 €.
El golpe
Todo sucedió en la ciudad de Cáceres el pasado miércoles 27 de octubre durante la madrugada. Las instalaciones pertenecen a un un complejo hotelero de alta gama donde se encuentra un restaurante con dos estrellas Michelín y la bodega que resulto víctima del robo, que cuenta con algo menos de medio millón de ejemplares en su haber.
Dos ladrones se llevaron 45 botellas de vino, incluido un ejemplar extremadamente raro de 215 años de antigüedad valorado en 300.000 €, perteneciente a una colección que proviene de una cadena de hoteles y restaurantes de lujo en el suroeste de España.
Las declaraciones aseguran que se trataba de profesionales y sabían perfectamente lo que hacían. Los sospechosos son un hombre y una mujer que hablaban inglés y dieron la impresión de ser una pareja refinada. Ambos se registraron en el hotel y cenaron en el restaurante, más adelante solicitaron en recepción que se les sirviese más comida y, en cuanto los empleados desatendieron los monitores de seguridad para dirigirse hacia la cocina, el hombre aprovechó para colarse en la bodega.
Con las maletas llenas de botellas robadas, la pareja dejó el complejo al punto de la mañana del miércoles, tras pagar su estancia con tarjeta de crédito. El propietario aseguró que nadie reparó en si cargaban o no las botellas, entre las que se encontraría aquel valioso Château d’Yquem de 1806 y, por lo menos, otras seis botellas del siglo XIX de la exclusiva bodega Romanée-Conti, en la región francesa de Borgoña. También dijo que no había calculado con exactitud el valor total de las botellas robadas, que estaban aseguradas, pero que su valor simbólico era aún mayor.
Entre todas las sospechas, también se cree que esta pareja trabaja para un coleccionista privado de vinos debido a que son artículos que no se pueden vender en un mercado convencional. Son productos numerados y controlados y, en el caso del Château d’Yquem, cualquier rastreador sabría que pertenece al Atrio. Por esta razón, si se intentase vender, cualquier persona que controlase un poco del sector se podría poner en contacto con la bodega. Por parte de la policía cacereña, parece que ya ha comenzado una investigación, pero todavía es demasiado pronto para revelar detalles.
El sector hostelero se ha manifestado tras el robo
Como era de esperar, algunas personalidades públicas del sector gastronómico han reaccionado a esta situación. Muchos aseguran que existe un perfil de ladrón especializado que sabe qué robar, dónde robar y a quién robar. Por ello, después de este golpe millonario, otros empresarios del mundo de la hostelería han hablado sin tapujos sobre sucesos propios, como el mismísimo Dabiz Muñoz.
El chef madrileño especializado en la cocina de vanguardia, ha sido catalogado como mejor cocinero del mundo y aseguró, tras el robo en la bodega Atrio, que había muchos puntos comunes entre este golpe y el que sufrió el mismo hace poco más de un año. Él quiso señalar a mafias organizadas que operan desde otros países y que también se colaron en su bodega en Diverxo de forma selecta y con conocimiento de los artículos.
En su caso, los ladrones allanaron su restaurante durante un fin de semana, cuando permanecía cerrado y se llevaron una cantidad de botellas algo inferior a la de la bodega Atrio, entre 30 y 40, todas de alta gama, con precios entre los 1.000 y los 4.000 por unidad. Esto demuestra que, en ambos robos, los ladrones saben exactamente qué artículos son los más valiosos del sector y eligen de forma cuidadosa y meticulosa para sacar la máxima rentabilidad del golpe. Por otro lado, a pesar de haber denunciado los hechos a la policía, los propietarios aseguran que no esperan recuperar los artículos, por lo que deben ser difíciles de rastrear.